«Burning», dirigida por Lee Chang-dong.
Hace unos años, en el 2010 específicamente, el director de Corea del Sur Lee Chang-dong nos regaló una hermosa película llamada «Poetry», una cinta que como bien dice su título está llena de belleza visual y narrativa.
Ocho años después este fascinante realizador regresó con «Burning», un thriller que es de lo mejor de este 2018.
Aquí se cuenta la historia de un joven, hijo de familia desestructurada, de nombre Jong-Soo. Él tiene un encuentro casual con una antigua compañera de colegio, Hae-Mi, una mujer que cuando eran chicos no se llevaban muy bien, pero que de grandes parecen tener una conexión especial. Pero, de un segundo para el otro ella le dice que tiene que viajar por tiempo indefinido. Los días pasan y él la extraña, hasta el momento del regreso. Ella, sin embargo no vuelve sola, regresa con un hombre. Es así como esta historia se transforma en un peligroso triángulo amoroso, donde los celos son el principal arma.
Este es un comienzo dramático, con algunos tintes románticos que pasa a transformarse en cierto momento en una película de suspenso. Una historia en la que la envidia aparece y las idas y vueltas se profundizan no puede terminar bien.
Hay varias cosas que valen la pena destacar de esta película.
Primero que nada, «Burning» es la cinta más personal de la carrera de Lee, no porque esté inspirada en algún aspecto de su vida, sino por la manera en la que presenta a los personajes, creando una maravillosa relación con su público. Una buena historia, muy bien contada y con la intención de mantener al público aferrado a su butaca.
Por otro lado, es un filme hermoso. El talento del director para mostrar las cosas comunes de la vida con belleza ya se demostró en su anterior producción, pero aquí esa sutileza se expresa al máximo. Los planos, la iluminación, la manera en la que los personajes entran y salen de cuadro, todo posee una belleza muy contradictoria con el relato, pero totalmente hipnotizante.
A su vez, las actuaciones son muy buenas. El trío protagónico hace un laburo impecable al encarnar a los tres personajes principales, especialmente Yoo Ah‑in.
Uno de los aciertos de esta propuesta es la mezcla de géneros. La cinta comienza como un drama, luego se sumerge en el romance, pasa por algunos momentos de comedia y termina siendo un espectáculo de suspenso o cine negro ejemplar. Todo esto realizado con el propio estilo narrativo del director y una sutileza narrativa absorbente.
Además de todo esto, «Burning» posee una enorme cantidad de mensajes que intensifican el relato. Hay una lucha de clases entre los dos «novios» de la protagonista y una intromisión de ciertos valores occidentales, en forma de crítica, que están poco a poco terminando con la propia cultura de Corea del Sur.
«Burning» es una película con mucha valentía e inteligencia. Una cinta que los va a dejar pensando. Una propuesta fascinante de principio a fin (quizás como único punto negativo se puede decir que le sobran unos minutos de duración).
No se la pierdan, se van a sorprender. De lo mejor del 2018.
CALIFICACIÓN: 9/10.
«Burning» fue la película que Corea del Sur eligió como representante para competir por el Oscar a Mejor película Extranjera.
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