El cine de Hong siempre ha cautivado a gran parte de la comunidad cinéfila del mundo, su paso por festivales siempre es fuerte y el amor que película a película genera es realmente hermoso. «Walk up» es una de las dos cintas que presentó en 2022 y, pese a que mantiene su estilo y gran parte de las características que lo hacen grande, está lejos de representar lo interesante que es su filmografía.
En esta oportunidad nos trasladamos a la época post pandemia covid, con un director de cine que llega con su hija al un hotel de una vieja amiga decoradora de ambientes. Con la misión de que la joven logre entablar relación con la casera y así aprender sobre su oficio, este hombre comenta sobre sus problemas y presente alrededor de la creación de películas.
Si son espectadores que conocen la filmografía de Hong, lo que aquí se van a encontrar es otra propuesta con estética y ritmo muy similar a la de su pasado, con muchos diálogos, mínimos movimiento de cámara, una estética en blanco y negro y algunas reflexiones sobre la vida, el presente y el futuro en Corea del Sur. Todo tiene la calma característica de su obra y la aparición de algunos momentos que cortan con su ritmo, como el protagonista tocando la guitarra o algunas muy curiosas elipsis temporales.
Entrar en el cine de Hong es la mayor parte de las veces una experiencia única, reflexiva y hermosa. En este caso, pese a algunos momentos en los que vemos a los personajes hablar sobre el arte cinematográfico con mucha ironía, el film carece de ese encanto, principalmente porque gran porción de los diálogos son irrelevantes.
«Walk up» esta muy lejos de ser lo más interesante que nos ha regalado este enorme director coreano, es un film lento y poco interesante. Como dice uno de los personajes en cierto momento refiriéndose a las películas del protagonista: «Es una película para ver con una copa de vino en la mano».
Película vista en el 37 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
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