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CRÍTICA DE «ELVIS» (2022) DIRIGIDA POR BAZ LUHRMANN

Puntuación: 3 de 5.

Ver una película dirigida por Baz Luhrmann es sinónimo de estar presenciando un espectáculo visualmente asombroso. Lo ha hecho en todas sus producciones, dejando todo para darle a su público una experiencia estimulante de colores, sonidos y juegos visuales. «Elvis» es todo eso, pero elevado a su máximo potencial, creando un show tan brilloso y vertiginoso que puede cansar muy rápido.

Esta es una biopic de Elvis Presley y como se podrán imaginar se trata sobre cómo este cantante comenzó su carrera y se transformó en uno de los referentes indiscutidos del rock en todo el mundo. El film agarra a Elvis y nos lo presenta como era, un joven con ganas de brillar, con una familia que lo apoyaba pero que tenía sus dudas y con talento que estaba esperando el momento de explotar. A todo esto se le suma el segundo gran protagonista de la película, Tom Parker, el productor que lo descubrió y lo llevó a ese estrellato. Parker es igual de importante en la cinta que el propio Elvis, funcionando casi como una doble biopic.

Son muchos los aciertos que tiene este film. Empezando con el elenco. Elegir a un actor que interprete de manera correcta a una persona tan famosa y tan imitada como Elvis, y que lo haga mostrándolo como una celebridad con matices, seguramente fue una tarea muy complicada. La elección de Austin Butler fue excelente en ese sentido, porque se puso en la piel del músico logrando un perfil tan genial de Presley que impresiona por momentos. Gran actuación. Tom Hanks está raro, no solo porque su personaje posee de una extraña energía, sino por las muchas capas de maquillaje que el actor necesitó para interpretar al productor Tom Parker. Por momentos está muy bien, por otros está un poco exagerado. Es una interpretación regular.

El trabajo de diseño de producción es sorprendente. Como les decía en el comienzo, esta es una película que lleva desde la aparición del logo de Warner al comienzo el sello del director. Todo es grande, brilloso, ruidoso. Hay muy pocos momentos de silencio y un sinfín de recursos que Luhrmann los utiliza, y abusa, para crear un espectáculo sorprendente en todo sentido. Hay pantalla partida en muchas partes, espejos, carteles luminosos sobre la imagen real, pirotecnia, transiciones rápidas, música actual que se mezcla con la de los años en los que transcurre la acción, y hasta hay animación en ciertos momentos. Todo es mucho, todo puede llegar a aturdir. La película empieza y no frena nunca en sus 2hs 40min de duración. Es como un videoclip musical que nunca se toma una pausa para dejar respirar al espectador.

Esta es una película que le rinde homenaje a Elvis, por lo tanto el guión no se toma mucho tiempo para meterse en lugares oscuros de su vida. Se mencionan algunas cosas de su vida personal problemática, pero todo está creado para elevar su mito y dejar al espectador con una muy buena sensación cuando termina.

«Elvis» es una buena película, cumple con su objetivo: hacer pasar un buen momento al espectador contándole la vida de Elvis Presley. Para profundidad hay documentales y otras ficciones que se han metido en ello, en este caso es entretenimiento puro. Con el esplendor, para bien y para mal, de un director que siempre está jugando con la imagen y que le es difícil frenar un poco el ritmo. Además, tiene una gran actuación protagonista.

Está en HBOmax

CRÍTICA DE «BOHEMIAN RHAPSODY» (2018), DE BRYAN SINGER.

«Bohemian Rhapsody», dirigida por Bryan Singer.

Aparece el logo de Fox en pantalla, suena la clásica fanfarria de la productora interpretada por Brian May y se da pie a una hermosa presentación en la que vemos la llegada de Freddie Mercury al escenario del Live Aid en 1985. Así comienza «Bohemian Rhapsody», una película para sentirse fanático de Queen, para dejarse llevar por el ritmo de sus temas musicales y para descubrir algunos de los secretos sobre la composición de sus más conocidos temas.

Como primer punto a destacar, esta película no es un relato que se centra en contar la historia de la banda inglesa, sino que tiene la intensión de sumergir al espectador en la mente y en el pasado de Freddie Mercury. No es una biopic tradicional, aquí se tocan muchas aristas de su vida al mismo tiempo sin darle demasiada profundidad a ninguna de ellas, pero creando un conjunto que pese a sus problemas se disfruta mucho.

La película comienza contando los inicios de Freddie en la música, cómo conoció a los demás miembros de la banda, y pasa muy rápido, demasiado, por los momentos más destacados de su carrera. Hay algo de su relación personal con su primer amor, sobre su sexualidad, sobre su enfermedad y sobre sus peleas con el grupo. Narrativamente es un filme que viaja con velocidad en el tiempo sin profundizar mucho en ciertas cuestiones paralelas que son necesarias para entender un poco el éxito de la banda. Por ejemplo, en una escena vemos la primera aparición en vivo de Freddie y en la siguiente ya son famosos con el suceso de «Killer Queen». ¿Qué paso en el medio? Como tantas otras cosas, no sabemos.

El valor principal de esta película reside en dos cuestiones: las actuaciones y la música.

Primero, el trabajo logrado por los interpretes es realmente soberbio, y no solo lo que hizo Rami Malek al encarnar a Mercury, sino también cada uno de los miembros de la banda. Malek brilla en una composición que al principio es medio dudosa, pero que mientras los minutos van pasando uno se va olvidando del actor y empieza a ver en pantalla al propio cantante. Un laburo admirable por parte del protagonista de «Mr. Robot». Quienes lo acompañan también están muy bien, todos ellos aportando caracterizaciones idénticas a los músicos reales. La transformación de Gwilym Lee como Brian May es impresionante; mientras que Ben Hardy y Joseph Mazzello hacen lo suyo como Roger Taylor y John Deacon, respectivamente.

La música de Queen es un punto muy a favor de la película. Los momentos musicales son muy buenos, al igual que aquellos en los que se cuenta cómo se crearon algunos de los temas más conocidos de la banda. Pese a esto, el momento más destacado de la película es el final, esos últimos 20 minutos en los que, con un impecable juego de cámaras, un despliegue maravilloso del sonido y un trabajo soberbio de Malek, se da lugar al show en vivo del Live Aid. Una representación emocionante para disfrutar en la pantalla más grande posible.

«Bohemian Rhapsody» tiene un desarrollo narrativo apresurado, con ciertos acontecimientos de la banda que fueron cambiados de la realidad con fines cinematográficos. Una película con altibajos y que cuenta pocas cosas que no se conocen de la banda. Una cinta que sigue una fórmula, una fórmula bastante trillada dentro del mundo de las biopics, sin arriesgarse demasiado en cruzar algunas barreras. Pese a los problemas, es una propuesta muy entretenida, con 20 magistrales minutos finales y una gran actuación protagónica.

Anímense a cantar al ritmo de la música cuando vayan a verla. 

CALIFICACIÓN: 6/10 BUENA

CRÍTICA DE «EL PRIMER HOMBRE EN LA LUNA» (2018 – «FIRST MAN»), DE DAMIEN CHAZELLE.

«El Primer Hombre en la Luna», dirigida por Demian Chazelle.

Chazelle, luego de alzarse con el Oscar a mejor director por su trabajo en «La La Land», deja el mundo musical para meterse en un biopic, en contar la historia de cómo Estados Unidos le ganó la carrera a Rusia en la lucha por el control espacial.

«First Man» no solo es una película muy diferente a todo lo que ha realizado este director en su filmografía, sino que invita al espectador a ser testigo de todo el proceso político y personal de la misión, y a presenciar una radiografía bastante profunda sobre la mente de Neil Armstrong.

Ryan Gosling interpreta a este piloto, ingeniero, que arriesga su vida y la de sus seres queridos para hacer la hazaña, mientras que Claire Foy encarna a su esposa.

La película está basada en la novela  “First Man: The Life of Neil A. Armstrong” de James R. Hansen, adaptada a la pantalla grande por los gionistas Nicole Perlman y Josh Singer. Ellos realizaron un trabajo bastante destacable a la hora de contar la historia de vida de este hombre, que de la noche a la mañana se encuentra en medio de la misión espacial que marcó la política y la opinión pública de todo un país.

Este biopic tiene algunas cosas que valen la pena ser destacadas:

Primero que nada, es una película que se centra en la vida de Neil y no tanto en el hecho en sí de cómo Estados Unidos llegó primero a la Luna. Por supuesto que están todas las referencias y primeros planos a los logros de NASA y a las distintas publicidades que invadían los televisores de la época, pero cabe resaltar que la misión de esta película es contarle al espectador la historia de su astronauta. El relato se toma su tiempo en presentar al protagonista, en contar cómo vivía, quien era su familia, la relación que tenía con los compañeros de  trabajo. En esto hay que mencionar el buen trabajo de Gosling al interpretarlo y darle bastante emoción a su papel.

Chazelle se toma su tiempo en contarnos su historia. La película dura casi dos horas y media que se sienten. Aquí nos perfila a Armstrong como un hombre bastante solitario, de pocas palabras, retraído y marcado por una tragedia familiar, el principal motivo de sus acciones. Nos sumergimos con bastante detalle en lo que fue el programa Gemini de la NASA y observamos, en los minutos finales, cómo con el uso del sonido y sorprendentes imágenes, se logró cumplir con el objetivo.

Por otro lado, este es un relato que no posee ese típico mensaje trunfalista estadounidense que podemos observar en la mayoría de las películas que refieren a conflictos bélicos o a logros científicos. El director muestra la hazaña que este hombre logró con el equipo, pero no están los mensajes de superioridad clásicos. Es un film muy astuto en ese sentido.

Chazelle no necesita de enorme cantidad de efectos especiales para transmitir la inmensidad y el peligro del espacio. Solo con sonidos y con algunos planos al planeta Tierra y a la superficie de la Luna nos expresa todo lo que precisamos para entender el sufrimiento, el ahogo y el valor de dicha persona. Es una experiencia muy bien lograda desde lo técnico, especialmente en el último fragmento del relato.

«First Man» es una película que es un poco larga. Muy distinta en forma y contenido a todo lo que había hecho el director en el pasado. Nos sienta en el lugar del astronauta para que logremos entender sus miedos, sus problemas, sus obsesiones y alegrías. Con una correcta actuación protagónica y con un simple despliegue narrativo y audiovisual para contar esta historia. No decepciona, tampoco enamora, es una propuesta que cumple con su misión.

CALIFICACIÓN: 6/10 BUENA.

CRÍTICA DE «COLETTE» (2018), DE WASH WESTMORELAND.

«Colette», dirigida por Wash Westmoreland.

Existen películas que poseen un encanto especial difícil de describir. Un encanto que a veces logra pasar por algo algunos desperfectos narrativos y que cierran una valoración a favor de la cinta. Así como la música de Queen ayudó demasiado a elevar el entusiasmo por la película «Boheian Rhapsody», aquí sucede algo similar, pero con la actuacion de Keira Knightley.

Keira interpreta a Sidonie-Gabrielle Colette, autora de las polémicas novelas que causaron gran revuelo en el París de los años 20 «Claudine» y «Gigi». La película nos cuenta su vida desde su infancia en el campo hasta su consagración en la sociedad parisina junto a su marido, el también autor Henry Gautheir-Villas “Willy”, que en un principio actúa como mentor de Colette.

La actriz se mete en la vida de esta mujer para regalarnos a los espectadores una actuación más que decente, en la que el encanto por los libros, las palabras y las austeras decisiones de vida predominan en cada secuencia. Sus miradas, sus poses, la manera en la que se mueve, todo demuestra una belleza impecable por parte de la intérprete. Esta característica, muy bien aprovechada por el director, hace que uno se deje llevar por el relato y no le preste demasiada atención a los problemas que tiene.

«Colette» no posee una historia arriesgada, es un biopic bastante simple en el que se cuenta todo lo que sabemos de la autora, sin sumergirnos en sus secretos ni contarnos alguna situación distinta a la que se puede encontrar en cualquier biografía suya. Es una película que sigue una formula, la misma formula que poseen la mayoría de los filmes de este estilo: utilizar una figura real interesante para contar un relato superficial, hermoso visualmente, pero carente de profundidad. Esto produce que la película se transforme en un homenaje demasiado sencillo con poco para decir sobre su protagonista.

Eso sí, todo posee un bello encanto que se mantiene hasta el minuto final de la proyección. «Colette» no va a durar demasiado en el recuerdo del espectador, pero por lo menos mientras se la está viendo todo tiene un hermosura hipnotizante, desde los decorados, la fotografía y el vestuario, hasta las actuaciones protagónicas.

Correcta película biográfica.

CALIFICACIÓN: 6/10 BUENA

Crítica de: El Nacimiento de una Nación (2016 – The Birth of a Nation).

Siguiendo un poco los pasos de la temática expuesta en la película «12 Años de Esclavitud«, esta propuesta dirigida y protagonizada por Nate Parker ofrece una cruda, violenta y deprimente visión sobre la tortura que predominó en la oscura etapa estadounidense. Sin el valor narrativo de otras películas, pero fuerte en imágenes.

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Crítica de: Snowden (2016).

Basada en los libros escritos por Luke Harding y Anatoly Kucherena, «Snowden» es una película biográfica que tiene la intención de limpiar un poco la imagen del ex miembro de la CIA y dejar en claro que todo lo que hizo fue para proteger a la gente.

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