Archivo de la categoría: Basada en Hechos Reales

CRÍTICA DE «ELVIS» (2022) DIRIGIDA POR BAZ LUHRMANN

Puntuación: 3 de 5.

Ver una película dirigida por Baz Luhrmann es sinónimo de estar presenciando un espectáculo visualmente asombroso. Lo ha hecho en todas sus producciones, dejando todo para darle a su público una experiencia estimulante de colores, sonidos y juegos visuales. «Elvis» es todo eso, pero elevado a su máximo potencial, creando un show tan brilloso y vertiginoso que puede cansar muy rápido.

Esta es una biopic de Elvis Presley y como se podrán imaginar se trata sobre cómo este cantante comenzó su carrera y se transformó en uno de los referentes indiscutidos del rock en todo el mundo. El film agarra a Elvis y nos lo presenta como era, un joven con ganas de brillar, con una familia que lo apoyaba pero que tenía sus dudas y con talento que estaba esperando el momento de explotar. A todo esto se le suma el segundo gran protagonista de la película, Tom Parker, el productor que lo descubrió y lo llevó a ese estrellato. Parker es igual de importante en la cinta que el propio Elvis, funcionando casi como una doble biopic.

Son muchos los aciertos que tiene este film. Empezando con el elenco. Elegir a un actor que interprete de manera correcta a una persona tan famosa y tan imitada como Elvis, y que lo haga mostrándolo como una celebridad con matices, seguramente fue una tarea muy complicada. La elección de Austin Butler fue excelente en ese sentido, porque se puso en la piel del músico logrando un perfil tan genial de Presley que impresiona por momentos. Gran actuación. Tom Hanks está raro, no solo porque su personaje posee de una extraña energía, sino por las muchas capas de maquillaje que el actor necesitó para interpretar al productor Tom Parker. Por momentos está muy bien, por otros está un poco exagerado. Es una interpretación regular.

El trabajo de diseño de producción es sorprendente. Como les decía en el comienzo, esta es una película que lleva desde la aparición del logo de Warner al comienzo el sello del director. Todo es grande, brilloso, ruidoso. Hay muy pocos momentos de silencio y un sinfín de recursos que Luhrmann los utiliza, y abusa, para crear un espectáculo sorprendente en todo sentido. Hay pantalla partida en muchas partes, espejos, carteles luminosos sobre la imagen real, pirotecnia, transiciones rápidas, música actual que se mezcla con la de los años en los que transcurre la acción, y hasta hay animación en ciertos momentos. Todo es mucho, todo puede llegar a aturdir. La película empieza y no frena nunca en sus 2hs 40min de duración. Es como un videoclip musical que nunca se toma una pausa para dejar respirar al espectador.

Esta es una película que le rinde homenaje a Elvis, por lo tanto el guión no se toma mucho tiempo para meterse en lugares oscuros de su vida. Se mencionan algunas cosas de su vida personal problemática, pero todo está creado para elevar su mito y dejar al espectador con una muy buena sensación cuando termina.

«Elvis» es una buena película, cumple con su objetivo: hacer pasar un buen momento al espectador contándole la vida de Elvis Presley. Para profundidad hay documentales y otras ficciones que se han metido en ello, en este caso es entretenimiento puro. Con el esplendor, para bien y para mal, de un director que siempre está jugando con la imagen y que le es difícil frenar un poco el ritmo. Además, tiene una gran actuación protagonista.

Está en HBOmax

CRÍTICA DE «BLONDE» (2022) DIRIGIDA POR ANDREW DOMINIK

Puntuación: 2 de 5.

En la historia del cine es imposible identificar películas biográficas que no hayan agregado datos de ficción a la vida de personas retratadas en pantalla. «Blonde» es una más de esta enorme lista de films que agarraron a una figura internacionalmente famosa y la dieron vuelta para crear un relato visualmente genial, pero demasiado provocador en sus mentiras.

La película recorre parte de la vida de Marilyn Monroe, desde su traumática infancia hasta sus días finales. La misma pone el foco en su personalidad y en cómo Hollywood la transformó en una marioneta para usar y desechar.

Lo primero que vale la pena resaltar es que poco de lo que aquí se cuenta sucedió en la realidad y eso puede crear confusión en el espectador, principalmente por el tono serio con el que se retrata la supuesta vida de Marilyn. Ella no fue abusada en esa entrevista de trabajo, tampoco era la bomba sexual liberal que estaba en múltiples relaciones a la vez, ni hablaba con su hijo muerto en un aborto (que tampoco pasó como aquí se cuenta). La cinta agarra cosas de su vida y las lleva al extremo para subrayar un mensaje súper trillado en contra de la industria y, en definitiva, en contra de la Marilyn. Este retrato no es suyo, es de otra persona.

Visualmente hay una dualidad muy extraña en «Blonde». Esto se debe a que hay escenas y secuencias enteras que son hermosas de ver, filmadas en blanco y negro, con excelente iluminación y originales juegos de cámara. Una fotografía muy bella. Pero, también hay transiciones que dan un poco de vergüenza ajena y momentos surrealistas, como el del feto que habla, que cortan con toda esa maravilla técnica audiovisual.

Lo que es innegable en «Blonde» es la actuación de Ana de Armas. Ella se mete en la piel de esta Marilyn y la lleva a pantalla de manera soberbia. Es no solo muy parecida físicamente, sino en las expresiones, pese a que el guión se dedica a mostrarla como una mujer sumisa en gran parte de la película, otra enorme diferencia con la realidad. Hay momentos que están calcados de las películas reales y están geniales.

«Blonde» provoca, provoca y sigue provocando. Basada en la novela homónima de Joyce Carol Oates, es una película por momentos genial, pero por otros insoportable. Bien actuada e innecesariamente perversa con la figura protagonista. Dominik, el director, hace aquí un perfil monocromático de Marilyn, uno que no evoluciona sino que se queda con los mismos colores al comienzo y al final. Si quieren un biopic sobre Monroe vayan por otro lado, porque aquí hay poca fidelidad y respeto para con su vida.

Está en Netflix.

CRÍTICA DE «CORSAGE» (2022) DIRIGIDA POR MARIE KREUTZER

Puntuación: 3.5 de 5.

Marie Kreutzer debutó en los largometrajes con «Corsage», este perfil melancólico sobre la Emperatriz Isabel de Austria. Teniendo como base su vida, pero acomodándola para expresar como la rebeldía y el no encajar en su lugar han dominado su paso por el mundo, la directora crea una ficción muy delicada y reflexiva sobre la monarquía.

Vale la pena destacar que pese a que la película está basada en la vida de la Emperatriz, gran parte de lo que se cuenta aquí es ficción. Algo como lo sucedido con «La Favorita» o «Blonde», pero con más calidad y decisión que esta última. Aquí vamos a conocer la vida de Isabel en un año, específicamente 1878. Ella está pasado un momento de mucha duda personal, su marido está conflictivo, tiene un amorío confuso con su instructor, su hijo no la comprende y todo el mundo empieza a mirarla con ojos raros por las actitudes que va teniendo. Ella está decidida a cambiar su presente.

Si hablamos de la Emperatriz de Austria seguramente lo que más conocemos sobre ella es la problemática relación con su suegra, la muerte de su hijo, o su asesinato. Aquí la directora decidió dejar de lado todo eso para centrarnos en un costado más íntimo, más personal, en sus dudas, cuestionamientos y ganas de explotar. La película agarra la metáfora del corset para expresar como esta mujer se siente apretada en sus propias reglas, en su título, en sus obligaciones. Es cierto que muchas de las cosas que se plantean narrativamente aquí nunca sucedieron en la vida real, pero todo tiene la suficiente delicadeza como para expresar con éxito su mensaje.

Este es un film estético. Es una película de época, por lo tanto el trabajo de vestuario, escenografía y maquillaje está a la altura del desafío. La directora narra con imagenes esa melancolía que la protagonista siente, con movimientos lentos de cámara, con muchos primeros planos al rostro de la protagonista para que sintamos sus dudas y su asfixia. Además, la música acompaña muy bien el desarrollo del film. Es técnicamente una gran película.

«Corsage» tiene una actuación magistral de Vicky Kieps como la Emperatriz y un final que, pese a ser diferente a lo sucedido en la realidad, plantea una gran pregunta. Un valiente debut cinematográfico, remarcando las luchas internas de una persona que pelea entre la libertad y las obligaciones; la madre y la niña; la esposa y la mujer con deseos.

Es la cinta que Austria eligió para competir por el Oscar a Mejor Película Internacional.

CRÍTICA DE «THE FABELMANS» (2022) DIRIGIDA POR STEVEN SPIELBERG

Puntuación: 4.5 de 5.

En el inicio de esta película vemos a una madre y a un padre llevar a su hijo al cine por primera vez. «Las películas son sueños que nunca olvidarás», le dice ella muy entusiasmada ante la desconfianza del menor. Así como te lo da a entender desde el comienzo, esta es una propuesta que rinde tributo al arte cinematográfico, a la vida de un hombre que desde el momento en el que vio esa primera película nunca pudo observar la vida de otra manera que no fuera mediante el lente de una cámara.

«Los Fabelman» es un drama que agarra momentos biográficos de la vida de Steven Spielberg. No es un biopic, pero sí un film en el que el realizador de «La Lista de Schindler» toma cosas de su pasado para contarle al mundo cómo fueron sus inicios. De esa manera, nos presenta a esta particular familia compuesta por un padre que trabaja en la creación de equipos electrónicos, una madre pianista, dos hijas chicas y el protagonista, Sammy, un joven que quiere de cualquier manera filmar todo lo que sucede a su alrededor.

La película narra los acontecimientos de Sam desde su infancia hasta el momento en el que tiene la primera entrevista laboral en Hollywood, una situación crucial en la carrera del futuro director. Si eres conocedor de la vida de Steve Spielberg vas a encontrar un montón de cosas que él ha dicho en entrevistas representadas maravillosamente en la película, y si no lo eres vas a disfrutar de un coming of age muy entretenido, sobre este jovencito, sus problemas amorosos y familiares, y sus ganas de hacer películas.

Al ser una película de Spielberg nos encontramos aquí con un increíble manejo de los recursos audiovisuales, desde elaborados planos secuencia, a movimientos y encuadres llenos de imaginación, a una iluminación que juega siempre con las sombras y con los reflejos. Es una cinta que dura dos horas y media, pero nunca se siente larga, posee una intensidad en lo narrativo que nunca frena. El tono general es de comedia dramática, contándonos las desventuras de Sam. El guión es muy creativo en los momentos dramáticos y muy divertido cuando tiene que serlo. Además, la idea del cine adentro del cine, de los cambios estéticos y del amor que hay en cada plano por este arte, todo es hermoso.

Actoralmente es un filme a la altura de las circunstancias. Paul Dano interpreta al padre, un hombre que no soporta cómo su hijo no está siguiendo una carrera profesional y elige hacer películas. Una muy buena actuación. Michelle Williams se pone en la piel de la madre, un personaje complicado, lleno de personalidad y de capas. Ella lo interpreta con mucha solvencia. Gabriel LaBelle es Sammy, el protagonista. El actor se lleva al hombro los momentos dramáticos y aquellos en los que el humor están de su lado. Vale la pena destacar una pequeña participación de David Lynch cerca del final.

«Los Fabelman» habla sobre discriminación religiosa y sobre arte. Es cine sobre cine, contado con maestría por parte de un creador que ama lo que hace y que juega con su propia vida para reafirmar que es uno de los más grandes directores de la historia. El plano final es un reflejo de esto, para crecer hay que mirar para atrás y subrayar lo que se ha aprendido. Un PELICULÓN, así con mayúsculas.

CRÍTICA DE «BOHEMIAN RHAPSODY» (2018), DE BRYAN SINGER.

«Bohemian Rhapsody», dirigida por Bryan Singer.

Aparece el logo de Fox en pantalla, suena la clásica fanfarria de la productora interpretada por Brian May y se da pie a una hermosa presentación en la que vemos la llegada de Freddie Mercury al escenario del Live Aid en 1985. Así comienza «Bohemian Rhapsody», una película para sentirse fanático de Queen, para dejarse llevar por el ritmo de sus temas musicales y para descubrir algunos de los secretos sobre la composición de sus más conocidos temas.

Como primer punto a destacar, esta película no es un relato que se centra en contar la historia de la banda inglesa, sino que tiene la intensión de sumergir al espectador en la mente y en el pasado de Freddie Mercury. No es una biopic tradicional, aquí se tocan muchas aristas de su vida al mismo tiempo sin darle demasiada profundidad a ninguna de ellas, pero creando un conjunto que pese a sus problemas se disfruta mucho.

La película comienza contando los inicios de Freddie en la música, cómo conoció a los demás miembros de la banda, y pasa muy rápido, demasiado, por los momentos más destacados de su carrera. Hay algo de su relación personal con su primer amor, sobre su sexualidad, sobre su enfermedad y sobre sus peleas con el grupo. Narrativamente es un filme que viaja con velocidad en el tiempo sin profundizar mucho en ciertas cuestiones paralelas que son necesarias para entender un poco el éxito de la banda. Por ejemplo, en una escena vemos la primera aparición en vivo de Freddie y en la siguiente ya son famosos con el suceso de «Killer Queen». ¿Qué paso en el medio? Como tantas otras cosas, no sabemos.

El valor principal de esta película reside en dos cuestiones: las actuaciones y la música.

Primero, el trabajo logrado por los interpretes es realmente soberbio, y no solo lo que hizo Rami Malek al encarnar a Mercury, sino también cada uno de los miembros de la banda. Malek brilla en una composición que al principio es medio dudosa, pero que mientras los minutos van pasando uno se va olvidando del actor y empieza a ver en pantalla al propio cantante. Un laburo admirable por parte del protagonista de «Mr. Robot». Quienes lo acompañan también están muy bien, todos ellos aportando caracterizaciones idénticas a los músicos reales. La transformación de Gwilym Lee como Brian May es impresionante; mientras que Ben Hardy y Joseph Mazzello hacen lo suyo como Roger Taylor y John Deacon, respectivamente.

La música de Queen es un punto muy a favor de la película. Los momentos musicales son muy buenos, al igual que aquellos en los que se cuenta cómo se crearon algunos de los temas más conocidos de la banda. Pese a esto, el momento más destacado de la película es el final, esos últimos 20 minutos en los que, con un impecable juego de cámaras, un despliegue maravilloso del sonido y un trabajo soberbio de Malek, se da lugar al show en vivo del Live Aid. Una representación emocionante para disfrutar en la pantalla más grande posible.

«Bohemian Rhapsody» tiene un desarrollo narrativo apresurado, con ciertos acontecimientos de la banda que fueron cambiados de la realidad con fines cinematográficos. Una película con altibajos y que cuenta pocas cosas que no se conocen de la banda. Una cinta que sigue una fórmula, una fórmula bastante trillada dentro del mundo de las biopics, sin arriesgarse demasiado en cruzar algunas barreras. Pese a los problemas, es una propuesta muy entretenida, con 20 magistrales minutos finales y una gran actuación protagónica.

Anímense a cantar al ritmo de la música cuando vayan a verla. 

CALIFICACIÓN: 6/10 BUENA

CRÍTICA DE «EL PRIMER HOMBRE EN LA LUNA» (2018 – «FIRST MAN»), DE DAMIEN CHAZELLE.

«El Primer Hombre en la Luna», dirigida por Demian Chazelle.

Chazelle, luego de alzarse con el Oscar a mejor director por su trabajo en «La La Land», deja el mundo musical para meterse en un biopic, en contar la historia de cómo Estados Unidos le ganó la carrera a Rusia en la lucha por el control espacial.

«First Man» no solo es una película muy diferente a todo lo que ha realizado este director en su filmografía, sino que invita al espectador a ser testigo de todo el proceso político y personal de la misión, y a presenciar una radiografía bastante profunda sobre la mente de Neil Armstrong.

Ryan Gosling interpreta a este piloto, ingeniero, que arriesga su vida y la de sus seres queridos para hacer la hazaña, mientras que Claire Foy encarna a su esposa.

La película está basada en la novela  “First Man: The Life of Neil A. Armstrong” de James R. Hansen, adaptada a la pantalla grande por los gionistas Nicole Perlman y Josh Singer. Ellos realizaron un trabajo bastante destacable a la hora de contar la historia de vida de este hombre, que de la noche a la mañana se encuentra en medio de la misión espacial que marcó la política y la opinión pública de todo un país.

Este biopic tiene algunas cosas que valen la pena ser destacadas:

Primero que nada, es una película que se centra en la vida de Neil y no tanto en el hecho en sí de cómo Estados Unidos llegó primero a la Luna. Por supuesto que están todas las referencias y primeros planos a los logros de NASA y a las distintas publicidades que invadían los televisores de la época, pero cabe resaltar que la misión de esta película es contarle al espectador la historia de su astronauta. El relato se toma su tiempo en presentar al protagonista, en contar cómo vivía, quien era su familia, la relación que tenía con los compañeros de  trabajo. En esto hay que mencionar el buen trabajo de Gosling al interpretarlo y darle bastante emoción a su papel.

Chazelle se toma su tiempo en contarnos su historia. La película dura casi dos horas y media que se sienten. Aquí nos perfila a Armstrong como un hombre bastante solitario, de pocas palabras, retraído y marcado por una tragedia familiar, el principal motivo de sus acciones. Nos sumergimos con bastante detalle en lo que fue el programa Gemini de la NASA y observamos, en los minutos finales, cómo con el uso del sonido y sorprendentes imágenes, se logró cumplir con el objetivo.

Por otro lado, este es un relato que no posee ese típico mensaje trunfalista estadounidense que podemos observar en la mayoría de las películas que refieren a conflictos bélicos o a logros científicos. El director muestra la hazaña que este hombre logró con el equipo, pero no están los mensajes de superioridad clásicos. Es un film muy astuto en ese sentido.

Chazelle no necesita de enorme cantidad de efectos especiales para transmitir la inmensidad y el peligro del espacio. Solo con sonidos y con algunos planos al planeta Tierra y a la superficie de la Luna nos expresa todo lo que precisamos para entender el sufrimiento, el ahogo y el valor de dicha persona. Es una experiencia muy bien lograda desde lo técnico, especialmente en el último fragmento del relato.

«First Man» es una película que es un poco larga. Muy distinta en forma y contenido a todo lo que había hecho el director en el pasado. Nos sienta en el lugar del astronauta para que logremos entender sus miedos, sus problemas, sus obsesiones y alegrías. Con una correcta actuación protagónica y con un simple despliegue narrativo y audiovisual para contar esta historia. No decepciona, tampoco enamora, es una propuesta que cumple con su misión.

CALIFICACIÓN: 6/10 BUENA.

CRÍTICA DE «COLETTE» (2018), DE WASH WESTMORELAND.

«Colette», dirigida por Wash Westmoreland.

Existen películas que poseen un encanto especial difícil de describir. Un encanto que a veces logra pasar por algo algunos desperfectos narrativos y que cierran una valoración a favor de la cinta. Así como la música de Queen ayudó demasiado a elevar el entusiasmo por la película «Boheian Rhapsody», aquí sucede algo similar, pero con la actuacion de Keira Knightley.

Keira interpreta a Sidonie-Gabrielle Colette, autora de las polémicas novelas que causaron gran revuelo en el París de los años 20 «Claudine» y «Gigi». La película nos cuenta su vida desde su infancia en el campo hasta su consagración en la sociedad parisina junto a su marido, el también autor Henry Gautheir-Villas “Willy”, que en un principio actúa como mentor de Colette.

La actriz se mete en la vida de esta mujer para regalarnos a los espectadores una actuación más que decente, en la que el encanto por los libros, las palabras y las austeras decisiones de vida predominan en cada secuencia. Sus miradas, sus poses, la manera en la que se mueve, todo demuestra una belleza impecable por parte de la intérprete. Esta característica, muy bien aprovechada por el director, hace que uno se deje llevar por el relato y no le preste demasiada atención a los problemas que tiene.

«Colette» no posee una historia arriesgada, es un biopic bastante simple en el que se cuenta todo lo que sabemos de la autora, sin sumergirnos en sus secretos ni contarnos alguna situación distinta a la que se puede encontrar en cualquier biografía suya. Es una película que sigue una formula, la misma formula que poseen la mayoría de los filmes de este estilo: utilizar una figura real interesante para contar un relato superficial, hermoso visualmente, pero carente de profundidad. Esto produce que la película se transforme en un homenaje demasiado sencillo con poco para decir sobre su protagonista.

Eso sí, todo posee un bello encanto que se mantiene hasta el minuto final de la proyección. «Colette» no va a durar demasiado en el recuerdo del espectador, pero por lo menos mientras se la está viendo todo tiene un hermosura hipnotizante, desde los decorados, la fotografía y el vestuario, hasta las actuaciones protagónicas.

Correcta película biográfica.

CALIFICACIÓN: 6/10 BUENA

CRÍTICA DE «CAN YOU EVER FORGIVE ME?» (2018 – ¿PODRÁS PERDONARME?) DE MARIANNE HELLER.

Can you ever forgive me?  ¿Podrás perdonarme?

¿Puede una actuación salvar a una película? Por supuesto que sí. El principal atractivo de esta propuesta es sin duda alguna la actuación protagónica de Melissa McCarthy.

Todos estamos acostumbrados a ver a esta actriz en comedias disparatadas, ya sea interpretando a una dama de honor, a una cazafantasmas o a una empresaria multimillonaria, siempre el histrionismo se ha apoderado de su carrera. En esta oportunidad ella demuestra que el drama le sienta bien y nos regala una de las mejores actuaciones de su filmografía.

“Can you ever forgive me?” es la nueva producción de Marianne Heller, la directora de “El Diario de una Chica Adolescente” (2015) y está inspirada en la vida real de Lee Israel, una autora sin trabajo, con muchos problemas económicos que vive en su soledad junto a un gato. Ella, desesperada porque no consigue cómo pagar sus deudas y sus escritos parecen no interesarles a nadie, descubre una manera de hacer dinero fácil, falsificando cartas de famosos y vendiéndolas a historiadores y coleccionistas por altos precios. Todo va bien, hasta que en el asunto aparece el FBI y ella se transforma en una de las tantas delincuentes buscadas de los Estados Unidos.

La película tiene un formato y una narración típica Hollywoodense, en la que nosotros los espectadores nos enteramos de un hecho real sorprendente y entablamos conexión con su protagonista. La directora hace un muy buen trabajo al mostrarnos la vida de dicha mujer y en llegar a entender las razones de sus arriesgadas acciones.

El guión empieza con ritmo pausado para luego mostrarnos con inteligencia ese cambio de actitud por parte de la protagonista. Un cambio que transforma a este drama de adultos en un relato de suspenso con algo de humor y siempre con un sentimiento de lástima, apoyado por la gama de colores sepia que ilustran la imagen. Desde el comienzo sabemos que esas acciones no van a terminar bien y es solo cuestión de tiempo para que el esperado desenlace diga presente.

Como les he comentado antes, el principal logro de la película es el trabajo realizado por Melissa. Ella no solo le da mucho realismo a su personaje, sino que lo transforma en una mujer tan insegura de si misma que se transforma en una delincuente de la noche a la mañana.Una interpretación que también está apoyada con maestría por parte de Richard E. Grant, quien encarga a su único amigo y socio en el asunto.

“Can you ever forgive me?” es una película hecha a la medida para que su protagonista se luzca y eso no está nada mal. Un film emotivo,divertido por momentos y con una muy buena secuencia de suspenso llegando al final. Una buena película para recordarnos y valorar a aquellos actores y actrices de comedia que deciden dar un pequeño giro en sus carreras.

CALIFICACIÓN: 7/10

Estrena comercialmente en febrero de 2019 en Argentina. Se presentó en la edición número 33 del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

Crítica de «Roma» (2018) de Alfonso Cuarón.

Roma, de Alfonso Cuarón.

El cine es una experiencia. Una oportunidad de transmitir sensaciones al espectador. Un viaje por lugares inexplorados, por acontecimientos históricos, por el amor y la tragedia, o simplemente por la sencillez de la vida.

Tuve la oportunidad de disfrutar de Roma en una sala de cine, gracias al Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, algo increíble en estos momentos donde la brecha entre los servicios de streaming y los cines parece pronunciarse día a día.

Roma debe disfrutarse, mejor dicho, debe experimentarse en una sala de cine. Es un laburo que pierde sentido e impacto en un televisor.

Es un relato muy sencillo en lo argumental, muy limpio en lo visual y extremadamente complejo en lo técnico. Es el trabajo que consagra a Alfonso Cuarón como uno de los artífices más maravillosos de su generación.

«Roma» es el trabajo más personal de la carrera de Alfonso y con eso dicho, una de las mejores películas de su filmografía.

El relato fue filmado íntegramente en blanco y negro, y relata, con pasajes que remiten a la propia infancia del director, la historia de una mujer, nana de una numerosa familia. La historia de cómo ella tenía que lidiar con los problemas cotidianos y cómo la vida decide pegarle muy fuerte en cierto momento.

Todos sabemos el talento que posee Cuarón para relatar historias complicadas, ambientadas en futuros distópicos, en el espacio exterior o simplemente en un mundo de magia. En esta oportunidad, se sumergió en la vida de una familia, en su familia, en sus recuerdos viviendo en el barrio Roma de México DF y en relatar, con suma simpleza, su día a día.

El trabajo de cámaras no solo hace que la película posea una belleza poética en cada plano y en cada encuadre, sino que la imagen hable por sí sola, sin necesidad de diálogos, ni de música, ni de movimientos bruscos. La cámara acompaña a los personajes, les da vida con movimientos suaves y registra todo como si nosotros fuésemos testigos ausentes de lo que allí sucede.

Roma posee una enorme cantidad de cualidades, pero la conjunción entre imagen y sonido que aquí Cuarón desarrolla la transforman en una de sus mejores películas (quizás en la mejor, el tiempo lo dirá). El hecho de que no se haya utilizado banda sonora produce que el espectador se sumerja más en el relato y se sienta un miembro más de ese grupo de personas.

Esta es una película que presenta una dureza difícil de ver en cierto momento, un emocionante testimonio de vida que hará conmover al espectador y que lo movilizará como pocas propuestas cinematográficas logran hacer. Pocas veces en el cine se ha mostrado un parto como en esta oportunidad, Cuarón nos sumerge en las olas de un mar que quiere llevarse a unos niños y nos ubica en una represión estudiantil con mucha intensidad.

Roma es una obra maestra, una cinta en la que el poder de la imagen se ve mejor representado que nunca, una película poderosa en su testimonio, en su realización, en su final y en su simpleza.

A veces los momentos más simples de relatar son los más profundos y los más dolorosos, Roma mezcla todo eso y le regala al espectador un inolvidable viaje al pasado, a la infancia del director, a los pasillos de una casa habitada por una familia mexicana con problemas, pero con mucho amor para dar.

Belleza cinematográfica en estado puro. De lo mejor del año.

Y un detalle más que llamativo: la produce Netflix. Estrena por la plataforma digital el 14 de diciembre.

Calificación: 10/10

Crítica de: The Age of Shadows (2016).

Kim Ji-Woon sorprendió al mundo en el 2010 con su película «I Saw The Devil«, una cruel representación de la palabra venganza. Seis años más tarde y luego de presentar algunos cortometrajes menores, vuelve con lo que es su filme más ambicioso, espectacular y enorme de su carrera. «The Age of Shadows» es una historia de espías que dejará boquiabierto al espectador por su impecable nivel técnico.

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