CRÍTICA DE «TRIANGLE OF SADNESS» (2022) DIRIGIDA POR RUBEN ÖSTLUND

Puntuación: 1.5 de 5.

Siguiendo con su idea de satirizar el mundo de la riqueza, el director de «The Square» nos ofrece aquí una película que en algunas pocas escenas funciona, pero que en su totalidad se queda en la absoluta nada.

Östlund crea un relato en el que se dispone a mostrar cómo la sociedad de altos recursos hace cosas sin sentido por el siempre hecho de que pueden. Derroche de dinero, de soberbia y de lujos que son presentados en pantalla de la manera más obvia posible. El director divide su película en tres partes. La primera, la única interesante del film, nos presenta a una joven pareja de influencers modelos que discuten de la manera más expresiva posible sobre el pago de la comida. Pasa el tiempo y se encuentran en un yate con un extravagante capitán y un rejunte de los peores estereotipos sociales de la riqueza a bordo.

En la segunda parte, el realizador realiza una orgía de vómito y materia fecal que al principio funciona como un gag, pero que se vuelve extremadamente largo sin necesidad. Mientras que termina en una tercera y muy floja última parte.

La película tiene la intención de criticar mediante la sátira este mundo de ricos, pero se queda en lo superficial, en mostrar cómo gastan o guardan dinero sin sentido o se preocupan por frivolidades remarcando el discurso de «la clase alta es ridícula», «son los mimados del mundo», «los ricos abusan de su poder» sin entrar nunca en profundidad en lo que plantea. El film se queda en ese discurso vacío y en la creación de imágenes impactantes que incomodan o hacen que mires para otro lado (producto de cómo Östlund utiliza en demasía el tema escatológico, vemos a ricos vomitar demasiado).

¿Qué diferencia hay entre lo que vemos aquí y por ejemplo una de esas películas de Adam Sandler llena de pedos y eructos? Sí, las hay por supuesto. «Triangle of Sadness» tiene un prestigioso director detrás y el amor de los jurados de los festivales y ceremonias del mundo (ganó la Palma de Oro en Cannes). Las pelis de Sandler son comedias dirigidas por realizadores que no forman parte de esa «cúpula de prestigio» y son vapuleadas, casi siempre con razón, por parte de la crítica. Tal vez, la mayor diferencia es que los films de Sandler finalizan con, al menos, una secuencia final de amor propio, de familia o con un mensaje trillado de felicidad. «Triangle of Sadness» ni eso tiene.

«Triangle of Sadness» funciona en partes, pero no sabe cuando finalizar el chiste y todo se siente estirado y repetitivo. Es una película que pretende ser profunda, interesante y con una crítica atroz a la sociedad rica, pero que termina siendo un film superficial y filmado con pobreza creativa.

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