CRITICA DE «ALMAS EN PENA DE INISHERIN» (2022 – «THE BANSHEES OF INISHERIN») DIRIGIDA POR MARTIN MCDONAGH.

Puntuación: 4 de 5.

¿Cómo definir esta tan particular película dirigida por Martin McDonagh? Si conocen al realizador quizás sea un poco más simple responder esta pregunta. Martin fue quien hizo «En Brujas» y «Tres Anuncios por un Crimen», dos cintas que poseen un tono similar a «The Banshees of Inisherin». En el fondo estamos viendo un drama, pero en el frente nos encontramos con una bizarra, triste y a veces incómoda comedia. El director sigue sorprendiendo con su capacidad de llevar a la pantalla historias que pueden gustar más o menos, pero que indiferentes a nadie dejan.

Aquí nos trasladamos a una remota isla frente a Irlanda para meternos en los zapatos de Pádraic, un hombre que no entiende cómo su mejor amigo de un día para el otro dejó de hablarle. Él intenta acercarse, pero lo único que recibe es rechazo. ¿Qué hizo mal? ¿Cómo puede ser que la persona que más aprecia haya dejado de quererlo sin razón? Junto a su hermana va a intentar, de todas las maneras posibles, hacerlo entrar en razón y recuperar esa relación.

Desde el inicio el director nos pone frente a esta incógnita, una que se responde bastante rápido, pero que el protagonista no logra entender. Y con esa pregunta también se nos presenta una enorme cantidad de cosas que valen la pena destacar.

Primero que nada, esta es una película redonda desde lo visual. La ambientación es fantástica. No hay un solo segundo en el que no sintamos la tristeza de la isla. La manera en la que el realizador muestra cada uno de los momentos en la vida del protagonista, la música elegida, los paisajes y esos tiros que a veces se escuchan de fondo, producto de una Guerra Civil que sucede en la gran ciudad, todo ayuda a que el tono del film sea melancólico, apagado y silencioso. La muerte está cerca, de alguna manera u otra, y eso se siente.

Para que eso funcione además están los actores y actrices, quienes aportaron fantásticas interpretaciones. Colin Farrell es Pádric, este hombre aburrido, insistente y perdido. Su mirada y sus movimientos, desde el primer segundo entendemos su manera de ser y eso es gracias al trabajo del actor, quien le encontró el alma al personaje. Todo lo que hace se siente real. Brendan Gleeson también brilla, interpretando a ese determinante amigo. Decidido, un poco cansado y rendido. Gran actuación. También, en un papel chico pero muy bien logrado está Barry Keoghan. Se mete en la piel de un joven con problemas y de destaca mucho. Kerry Condon, interpretando a la hermana del protagonista, está muy bien.

Por otro lado, el guión. La historia ya de base es interesante, pero el director se las arregla para darle unos pequeños giros que la hacen aún más atrapante (todo lo de los dedos por ejemplo, o la incorporación del personaje que predice el futuro). El film tiene una base dramática muy fuerte, y se las ingenia para presentar unos destellos de humor que enaltecen toda la historia. Los diálogos, incómodos en algunos momentos, muy graciosos en otros, hacen de esta propuesta una muy extraña y fascinante experiencia cinematográfica.

«The Banshees of Inisherin» es un film con mucho estilo. Con actuaciones brillantes, con un muy buen guión y con un final que cierra perfectamente esta trágica historia de amistad. Dura parábola sobre cómo la crueldad de la Guerra transforma a las personas.

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