CRÍTICA DE «LAS CRÓNICAS DE NAVIDAD» (2018), DE CLAY KAYTIS.

«Las Crónicas de Navidad», dirigida por Clay Kaytis. De Netflix.

A falta de estrenos navideños en salas de cine durante el 2018 (“El Grinch” fue el único) Netflix decidió apuntarse para celebrar dicha festividad con el estreno de “Las Crónicas de Navidad”, una comedia para toda la familia, protagonizada por Kurt Rusell.

Según propias palabras de Ted Sarandos, el gerente de contenidos de Netflix, esta película estrenada el 22 de noviembre ha sido vista por más de 20 millones de personas en su primera semana en el servicio de streaming. ¿A qué se debe semejante éxito?

“Las Crónicas de Navidad” es la nueva película de Clay Kaytis, el director de “Angry Birds, la película”. Aquí Kurt Rusell encarna a Papá Noel, quien sufre un accidente con su trineo a causa de una broma de dos hermanos. Ellos deberán juntos encontrar a los renos y así salvar la navidad.

Lo primero que hay que decir sobre esta película es que el espectador deberá tener mucha paciencia para poder disfrutar algo de este relato. Es una propuesta super sobreactuada en el espíritu navideño, especialmente en las actitudes de la niña, quien por momentos se vuelve algo irritante.

El principal atractivo y el que Netflix está promocionando sin más no poder, es el hecho de que Kurt Rusell interpreta a Santa Claus. Aquí este Papá Noel es distinto al que estamos acostumbrados a ver en las películas clásicas. Lleva ropa típica roja y su tupida barba, pero es una versión más moderna, ambientada a las nuevas generaciones. Acá él canta, baila, y hace de las suyas teniendo siempre ese perfil bonachón en el fondo. El actor hace lo posible por crear un personaje creíble dentro de una película que no posee demasiado sentido. Cuando él no está en pantalla, el relato empeora notablemente.

“Las Crónicas de Navidad” tiene un principal problema: con todos los colores y las posibilidades que el propio relato introduce, como por ejemplo algunas criaturas mágicas que aparecen e interactúan con los personajes, es un filme carente de imaginación. Ni el conflicto, ni los personajes, ni el desarrollo, ni mucho menos el final poseen algo de creatividad. Es una película muy empalagosa en el espíritu navideño y extremadamente simple en la manera en la que todo se va presentando. El humor aparece y no causa demasiada gracia, al igual que los efectos especiales, utilizados de manera bastante desprolija.

Este nuevo filme de Netflix posee una enorme cantidad de problemas, y en el fondo, muy en el fondo, se puede apreciar que el único que le puso un poco de onda a todo el desarrollo fue el propio Rusell. Una cinta que remite a los clásicos navideños de los 90, pero que no posee ni la calidad, ni la locura, ni la inventiva de dichas películas.

Un fallido estreno navideño, del cual solo se puede destacar el trabajo logrado por su actor protagonista. Una lástima.

CALIFICACIÓN: 4/10. REGULAR.

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